Siempre estás en mis pensamientos, sabes.
Son las cuatro de la mañana y de nuevo no puedo dormir.
Todavía no lo entiendo, no lo puedo entender, no lo puedo internalizar.
Como las olas entregándose a la playa, el dolor de tu ausencia vuelve y me deja inconsolable.
En vida, tejías una telaraña fuerte e intrincada de tus amigos
Personas únicas; cada una ofrecía algo distinto.
Personas que nunca se conocieran si no te hubieran conocido.
Y como una araña tejiendo, las noticias de tu muerte extendieron lejos
Las personas en mi propia telaraña—en todas partes del mundo, algunos que nunca te conocieron—me ofrecieron sus pensamientos y sus corazones.
Pero a veces me siento como una polilla, sofocada en esta telaraña.
No hay nada que decir.
No sé cómo sentir.
Pero, como tú hacías en tu vida, voy a tratar a ver lo bueno en todo.
Y la próxima vez que veo una telaraña, perfecta, delicada, magnífica, con unas gotitas de rocío
Pensaré de ti, y una sonrisa vendrá a mi cara.
Monday, December 7, 2009
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